Domingo, 19 de Mayo de 2024

Discos: Las canciones de las noches perdidas

La cantante Anita Co después de incursionar en el bolero, sorprende con su nueva placa en la que el rock argentino y el tango conviven en una melodía coral.

02-11-2014


Por Sergio Varela
"Un pensamiento triste que se baila", así definió al tango Enrique Santos Discepolo, uno de sus mayores poetas. Esa música emblemática de lo nacional y popular, evolucionó desde el candombe afro hasta las intrincadas escalas y complejidades de Astor Piazzolla, y los actuales ritmos electrónicos ensamblados con el acento rioplatense de Bajofondo Tango Club, entre otras expresiones que reflejan una constante reinvención del género.
Anita Co (nacida como Ana Coacci), mamó el tango desde la cuna. Hija de la cantante Inés Rinaldi y el pianista Juan Carlos Coacci, sobrina de la cantante Susana Rinaldi (actual agregada cultural en la embajada argentina en Francia, y una de las principales referentes de la Unidad Socialista para la Victoria, de Jorge Rivas), Anita celebra "pertenecer a una generación que llegó al tango cuando ya era un género renovado, sin los viejos corsets que hacían de esa música nacida de la rebeldía una expresión conservadora".
Anita es joven, muy, y tiene una actitud irreverente e iconoclasta. Sin transigir con los protocolos de la industria musical, concibe su obra desde los márgenes, acaso para mantener su propio margen de libertad creativa. Definitivamente es una artista, no un producto. Cuando se le menciona la actitud rocker que demuestra esa práctica, señala simplemente que "soy un poco fóbica, y no me gusta que me rompan las pelotas".
Después de haber reversionado boleros con acento tanguero en su primer disco, titulado Pecado, ahora emprende los cruces entre el tango y el rock argentino, dos géneros cosanguíneos, sólo distanciados por el tiempo. Puede decirse que el tango fue el rock de principios del siglo XX, o que el rock es el tango de fines del siglo XX y principios del XXI. En su nueva placa Tangrock, Anita Co sintetiza la música urbana de ambos géneros, con inspiración y talento. Hay versiones sublimes de tangos clásicos con arreglos rockeros, en los que es un deleite escuchar agudos riffs de guitarras eléctricas junto a los lógicos bandoneones, hay letras de Homero Expósito y Homero Manzi, hay reversiones de temas de rock como Constitución de noche, de Adrián Abonizzio (¡hay que ser poeta para escribir una elegía a Constitución!¡Y de noche!), temas de Fito Páez en los que su extraordinaria voz replica los bemoles y sostenidos del rosarino con algunas irresistibles inflexiones semiorgásmicas, temas de Charly García, del uruguayo Juan Subirá (talentoso arreglador de Bajofondo y La Bersuit) y una versión impecablemente tanguera de Blues de la artillería, de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricotta. El bonus track: Te extraño, un bolero de Armando Manzanero del que Anita Co interpreta la mejor versión de su historia.
Una voz que va a dar que hablar, en canciones que hablan de lo que nos pasa tarde o temprano, nos guste más el rock o el tango.


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